LA SALUD MENTAL
Es necesario hablar sobre el tema de la
salud mental ya que nos afecta a todos, tanto adultos como a los niños y no le
damos la importancia que merece. Cuando nos afecta o somos diagnosticados con
algún trastorno de salud mental, nos impacta, porque jamás nos hemos ocupado
del mismo, sobre todo cuando toca a un ser querido. Por ello considero la
necesidad de hablar un poco del mismo.
Hoy
por hoy los casos de ataques de pánico, trastornos de ansiedad, trastornos de
aprendizaje o problemas cognitivos, depresión, estrés, angustia son más frecuentes
que en el pasado, o al menos, están más visibilizados, propios de un mundo
donde muchas veces la aceleración en la cual vivimos, las nuevas
configuraciones de la familia, las adicciones y demás factores provocan
trastornos psíquicos que requieren tratamiento médico, primero psicológico
(para abordar el tema desde una terapia) y en muchos casos, desde el ámbito
psiquiátrico, en caso de que el paciente necesite un tratamiento farmacológico.
La salud mental se define como un estado
de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades,
puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) plantea: «La salud es un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
La salud mental es, en términos generales,
el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que
garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar
un bienestar y calidad de vida. Comúnmente, se utiliza el término “salud
mental” de manera análoga al de “salud o estado físico”, 'la salud mental
abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con
el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la
OMS: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente
la ausencia de afecciones o enfermedades»1 'pero lo mental alcanza dimensiones
más complejas que el funcionamiento meramente orgánico del individuo. La salud
mental ha sido definida de múltiples formas por autores de diferentes culturas.
Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y
potencial emocional, entre otros. Sin embargo, las precisiones de la
Organización Mundial de la Salud establecen que no existe una definición
“oficial” sobre lo que es salud mental y que cualquier definición estará
siempre influenciada por diferencias culturales, suposiciones, disputas entre
teorías profesionales, la forma en que las personas relacionan su entorno con
la realidad, etc.
En cambio, un punto en común en el cual
coinciden los teóricos es que “salud mental” y “enfermedad mental” no son dos
conceptos simplemente opuestos, es decir, la ausencia de un desorden mental
reconocido no indica necesariamente que se goce de salud mental y, al revés,
sufrir un determinado trastorno mental no constituye siempre y necesariamente
un impedimento para disfrutar de una salud mental razonablemente buena.
Dado que es la observación del
comportamiento de una persona en su vida diaria, el principal modo de conocer
el estado de su salud mental en aspectos como el manejo de sus conflictos,
temores y capacidades, sus competencias y responsabilidades, la manutención de
sus propias necesidades, la forma en que afronta sus propias tensiones, sus
relaciones interpersonales y la manera en que dirige una vida independiente, el
concepto es necesariamente subjetivo y culturalmente determinado.
La salud mental tiene que ver con la vida
diaria de todos. Se refiere a la manera como cada uno de nosotros nos
relacionamos con otros en el seno de la familia, en la escuela, en el trabajo,
en las actividades recreativas, en el contacto diario con nuestros iguales y,
en general, en la comunidad. Comprende la manera en que cada uno armoniza sus
deseos, anhelos, habilidades, ideales, sentimientos y valores morales con los
requerimientos para hacer frente a las demandas de la vida.
Según
la Federación Mundial para la Salud Mental, la salud mental tiene que ver con:
- Cómo
nos sentimos con nosotros mismos.
- Cómo
nos sentimos con los demás.
- En
qué forma respondemos a las demandas de la vida.
No
existe una línea divisoria que separe con precisión a la persona mentalmente
sana de la que no lo está. En verdad, existe toda una gama de grados de salud
mental y no hay una característica singular que pueda tomarse aisladamente como
evidencia de que se la posee. Por otra parte, tampoco la ausencia de uno de
esos atributos puede admitirse como prueba de “enfermedad” mental. Más aún,
nadie mantiene durante toda su vida las condiciones de una “buena” salud
mental.
IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL
La salud mental se relaciona con el
raciocinio, las emociones y el comportamiento frente a diferentes situaciones
de la vida cotidiana. También ayuda a determinar cómo manejar el estrés,
convivir con otras personas y tomar decisiones importantes. Al igual que otras
formas de salud, la salud mental es importante en todas las etapas de la vida,
desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta. De acuerdo a
estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas de
salud mental constituyen alrededor del 15% de la carga mundial de la
enfermedad. El déficit en la salud
mental contribuiría a muchas enfermedades somáticas y afectivas como la
depresión o la ansiedad.
El tema de la salud mental, además, no
concierne sólo a los aspectos de atención posterior al surgimiento de
desórdenes mentales evidentes, sino que corresponde además al terreno de la
prevención de los mismos con la promoción de un ambiente sociocultural determinado
por aspectos como la autoestima, las relaciones interpersonales y otros
elementos que deben venir ya desde la educación más primaria de la niñez y de
la juventud. Esta preocupación no sólo concierne a los expertos tales como
psicopedagogos y psicólogos, sino que forma parte de las responsabilidades de
gobierno de una nación, de la formación en el núcleo familiar, de un ambiente
de convivencia sana en el vecindario, de la responsabilidad asumida por los
medios de comunicación y de la consciente guía hacia una salud mental en la
escuela y en los espacios de trabajo y estudio en general.
Entre las características de las personas
mentalmente sanas se encuentran las siguientes:
1. Están satisfechas consigo mismo.
No
están abrumadas por sus propias emociones (rabia, temores, amor, celos,
sentimientos de culpa o preocupaciones).
Pueden aceptar sin alterarse las decepciones
de la vida.
Tienen una actitud tolerante, despreocupada,
respecto a la propia persona y a los demás y son capaces de reírse de sí
mismas.
Ni subestiman ni sobrevaloran sus habilidades.
Se respetan a sí mismas.
Se sienten capaces de enfrentar la mayoría de
las situaciones.
Consiguen placer de las cosas simples de la
vida cotidiana.
2. Se sienten bien con los demás.
Son capaces de amar y tener en consideración
los intereses de los demás.
Sus relaciones personales son satisfactorias y
duraderas.
Les gusta confiar en los demás y sentir que
los otros confían en ellos.
Respetan las múltiples diferencias que
encuentran en la gente.
No se aprovechan de los demás ni dejan que se
les utilice.
Se sienten parte de un grupo.
Se consideran implicados en los avatares que
afectan a la sociedad.
3. Son capaces de satisfacer las demandas
que la vida les presenta.
Enfrentan sus problemas a medida que se van
presentando.
Aceptan sus responsabilidades.
Modifican su ambiente cuando esto es posible y
se ajustan a él cuando es necesario.
Planifican para el futuro, al que enfrentan
sin temor.
Tienen la mente abierta a nuevas experiencias
e ideas.
Hacen uso de sus dotes y aptitudes.
Se fijan sus metas ajustándose a la realidad.
Son capaces de tomar sus propias decisiones.
Consiguen satisfacción en poner su mejor
esfuerzo en lo que hacen
Causas que pueden afectar la salud mental:
La
inseguridad
La
desesperanza
El
rápido cambio social
Los
riesgos de violencia
Problemas
que afecten la salud física
También
por factores y experiencias individuales.
Por la
interacción social.
Por
los valores culturales.
Por
experiencias de la vida diaria.
Por
experiencias en la familia, en la escuela, en las calles y en el trabajo
Los factores que influyen para poseer una
buena salud mental son los siguientes:
-Los
buenos hábitos alimenticios.
- El
ejercicio constante.
- Las
buenas relaciones.
-Evitando
los vicios, tales como el consumo excesivo de alcohol y tabaco, o drogas.
-Dormir
un mínimo de ocho horas diarias.
-Efectuando
actividades sociales, recreativas, culturales y deportivas.
-Promuévase
el hábito de la lectura. Leer enriquece la capacidad de atención e incrementa
la memoria, aumenta la motivación y reduce el estrés
Apartar
un tiempo para el descanso y para disfrutar de las cosas que te gustan.
Reflexionar en la vida como el más precioso regalo que hayas recibido, depende
de cada persona, realizar las acciones de salud necesarias para cuidarla.
Promoción de la Salud mental
La promoción de la salud mental parte del
principio de que todas las personas tienen necesidades de salud mental y no
sólo aquéllas a las que han sido diagnosticadas condiciones deficientes de
salud mental. La promoción de la salud mental concierne esencialmente a la
realidad social en la que todos se sientan comprometidos con el bienestar
mental. La misma se da a través de proporcionar recursos para que se haga
efectivo el mejoramiento de la salud mental en las personas con el fin de
llevar una vida saludable. En la primera conferencia internacional de promoción
de la salud, se tomaron como requisitos para la promoción de salud: la paz, la
educación, la vivienda, la alimentación, la renta, un ecosistema estable y la
equidad. Además, se plantearon distintos niveles de intervención que sirven
como base de las estrategias para la promoción de la salud: la elaboración de
políticas saludables, fortalecer la acción comunitaria, creación de ambientes
de apoyo, desarrollo de las habilidades personal y reorientación de los
servicios de la salud.
Las diferentes medidas de promoción de la
salud mental deben tomar en consideración, en primer lugar, al concepto amplio
e integrado de lo que implica la misma. El aspecto preventivo, por lo tanto,
implica una intervención sobre sus distintos condicionantes: la neurobiología,
personalidad y el ambiente. En primer lugar, las medidas sobre la neurobiología
en la actualidad se limitan a los psicofármacos cuando se ha identificado ya un
problema a nivel psíquico sensibilidad o para evitar una recaída. Por otro
lado, medidas que puedan tomarse en el ámbito de la personalidad son destinadas
a una mayor armonía en la configuración de la misma y descansan sobre
intervenciones terapéuticas estilos educativos y de vidas buscadas por el
propio sujeto o promovidas por el entorno.
Por
último, las medidas ambientales caen sobre la propia sociedad, estrategias para
fomentar valores sociales y promover el bienestar, y sobre el entorno cercano
que dependen del mismo individuo y de su contexto más próximo, familiares,
amistades, grupo social e instituciones a las que pertenece.
La psicología positiva se interesa
también por la salud mental e incluso está más cercana a ella que los
tratamientos psiquiátricos. La “promoción de salud mental” es un término que
cubre una variedad de estrategias. Estas estrategias pueden ser vistas desde
tres niveles:
Nivel individual -
Motivar los recursos propios de la persona por medio de estímulos en la
auto-estima, la resolución de los propios conflictos, la asertividad en áreas
como la paternidad, el trabajo o las relaciones interpersonales.
Nivel comunitario - Una
creciente y cohesionada inclusión social, desarrollando las estructuras de
ayuda que promueven la salud mental en los lugares de trabajo, estudio y en la
ciudad.
Nivel oficial - El
estado de cada nación comprometido en planes que reduzcan las barreras
socio-económicas promoviendo oportunidades en igualdad de acceso a los
servicios de salud pública por parte de los ciudadanos más vulnerables a este
desorden.
La salud mental se tiene que tener en
cuenta a lo largo de todo el ciclo vital, en este sentido es importante tener
en cuenta cómo se puede promover la salud mental en los niños y los
adolescentes. Los jóvenes son uno de los grupos etarios que presenta mayor
probabilidad de sufrir depresión, ya que en la etapa de la adolescencia se
llevan a cabo procesos de cambio físico, psicológico, sociocultural y
cognitivo. Algunas estrategias para la promoción de la salud mental en ellos
son: la comunicación con un adulto que los ayude a comprender el porqué de sus
sentimientos frente a una determinada situación, tratarlos con respeto y a la
evitación de los castigos que puedan tener repercusiones físicas o
psicológicas. El adulto en este contexto, debe servir como ejemplo de salud
mental, llevando un estilo de vida saludable.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.omicrono.com/2013/07/25-consejos-para-una-salud-mental-sana-y-duradera/
http://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/Enfermeria/Sept2003/2774
https://es.wikipedia.org/wiki/Salud_mental
http://www.who.int/topics/mental_health/es/
Yolanda
Giraldo (2009). «La crianza Humanizada»
Papalia,
Diane (2003). Desarrollo Humano. México: McGraw-Hill
Cabanyes,J.,
Monge,M.A. (2010) La salud mental y sus cuidados.
Graciela
Pardo, A. «Adolescencia y depresión»
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