martes, 23 de agosto de 2016





 

IMPORTANCIA DE MANTENER SANA LA SALUD, FÍSICA, MENTAL Y ESPIRITUAL  

      En este blogs  trato temas que  alteran al individuo y este a su vez afecta  a la familia tanto desde el punto de vista positivo como negativo según sea el caso, ya que esta constituye un sistema con cada uno de sus miembros,  los  presento con el fin de educar a las personas para que estén informados y a la vez  prevenidos en el mantenimiento de la salud y así  poder tener mejor calidad de vida.
     El tema que ahora presentaré está relacionado son la salud integral del individuo, desde lo físico, mental o emocional, y lo espiritual, con el fin de mantenernos ilustrados, así como algunas recomendaciones de cómo hacer para que nuestra salud este en un aspecto adecuado y en condiciones apropiadas, por lo que realizaré una recopilación que permita tener los conocimientos mínimos necesarios para tal resultado.
     ¿Qué es la salud?

       La salud entendida en un sentido amplio como el bienestar físico,  psicológico, y social, va mucho más allá del esquema biomédico, abarcando la esfera subjetiva y del comportamiento del ser humano. No es la ausencia de alteraciones y de enfermedad, sino un concepto positivo que implica distintos grados de vitalidad y funcionamiento adaptativo.
       Según los siguientes autores:
      Según Brenner  Wrubel (1989). El bienestar como sentimiento subjetivo, es el resultado de experimentar salud o autopercibir que el organismo funciona de manera congruente e integrada.
      Para San Martín (1982).  El bienestar biológico, mental y social, no es un simple accidente en la vida, o un premio o castigo que nos cae del cielo, se corresponde con situaciones ecológicas, económicas y sociales bien precisas, que el mismo individuo, a través de la historia, ha provocado.
     Dubos (1985), sostiene que la salud es “el estado de adaptación al medio y la capacidad de funcionar en las mejores condiciones de ese medio”.
     En el concepto de salud están implicados, las distintas partes de nuestro sistema, constructor que está relacionado con la interconexión e integración de múltiples niveles. Existe un principio psicofisiológico básico que Green y Green (1979) expresan: “cada cambio en el estado fisiológico es acompañado por un cambio apropiado en el estado mental- emocional, consciente o inconsciente, es acompañado por un cambio apropiado en el estado fisiológico”.
     La salud es un estado y al mismo tiempo, un proceso dinámico cambiante.         Continuamente se sufre alteraciones en el medio interno, físico y psicológico, así como en las relaciones interpersonales, las cuales suponen permanentes reestructuraciones de los esquemas internos.
     La organización mundial de la salud (OMS, 1983) ha emitido las siguientes recomendaciones para el ámbito sanitario:
•          Promover la responsabilidad individual por medio del fomento de la autonomía personal
•          Destacar los aspectos saludables de la vida y de las personas, en lugar de fijar la óptica de la enfermedad.
•          Favorecer la comunicación interprofesional en el abordaje de los problemas sanitarios.
•          Estimular la participación de la comunidad en los problemas sanitarios.
(Oblitas Luis 2005)
     Causa de las enfermedades:
     En la actualidad sabemos que la mayor parte de las enfermedades son causadas por microbios, organismos muy pequeños que viven alrededor de nosotros y, por ser tan pequeños, no podemos verlos a simple vista. Algunos microbios viajan a través del aire, otros pasan de persona a persona y otros pasan de los animales e insectos a las personas. Por esta razón debemos hacer los esfuerzos posibles para evitar la entrada a la casa de insectos y animales tales como las ratas, entre otros.
     Es más, todo desecho animal o humano debe eliminarse en forma adecuada. El desecho, tanto humano como animal, contiene muchos microbios peligrosos, en especial si proviene de personas o animales enfermos. Si lo dejamos al descubierto, atraerá las moscas y otros insectos, al igual que los roedores. Al mezclarse con la basura, estos insectos y animales los invaden los microbios; después, dichos insectos y animales entran en nuestro hogar y se posan en nuestro alimento, en los utensilios de cocina y otros objetos que nosotros también tocamos. Los microbios que hayan sido depositados en estas cosas pueden enfermarnos.
     Al entrar en el cuerpo, los microbios pueden causar muchas clases de enfermedades. Si queremos eliminarlas debemos eliminar también los microbios que las causan.
     Como prevenir las enfermedades:
      Desarrollando y practicando los buenos hábitos de la higiene, protegernos contra las enfermedades por medio de inmunizaciones (vacunas). La poliomielitis, por ejemplo, es una enfermedad que hace un tiempo mataba y lisiaba a muchas personas. Hace unos pocos años un médico-científico descubrió la forma de proteger a las personas de tan terrible enfermedad dándoles una inmunización o vacuna.
     En casi todo el mundo, podemos recibir vacunas en el hospital y en el consultorio médico. Podemos vacunarnos contra enfermedades tales como el sarampión, las paperas, la rubéola, la difteria, la tos convulsiva, la fiebre tifoidea, la viruela, la poliomielitis, la influenza o gripe y el tétanos.
     Usar  cuidadosamente medicinas  de acuerdo con las instrucciones que nos den los médicos. Nunca debemos ingerir o usar los medicamentos que el doctor haya recetado a otra persona.
     En caso de una enfermedad, la mejor ayuda médica disponible la proporciona un médico o un hospital. No sólo debemos acudir a los médicos o a las clínicas de salud cuando estemos enfermos, sino que también debemos pedirles que nos capaciten con respecto a los buenos hábitos de higiene.
     La salud física

     La Salud Física consiste en el buen funcionamiento fisiológico del Organismo, es decir, cuando las capacidades o las funciones físicas se desarrollan de manera normal.
     La salud física se define como la condición en la que se encuentra el cuerpo. Cuando el cuerpo funciona de la forma para la cual fue diseñado, está en buena salud física.
     La buena salud es realmente lo que define como la capacidad de funcionar de acuerdo a la forma en que el cuerpo ha sido diseñado para funcionar.
     Las causas que afectan a la salud física caen dentro de cuatro categorías; no siempre se puede controlar todo que afecta físicamente al cuerpo. Sin embargo, se puede hacer lo mejor que pueda para prevenir daños y ayudar a que funcione adecuadamente.
     Estilo de vida. Este es el elemento de la salud física sobre el cual tenemos mayor control. Esto incluye nuestra dieta, salud emocional, nivel de actividad física, y nuestro comportamiento. Hay cosas que podemos cambiar de nuestro estilo de vida para ayudar a que nuestro cuerpo se mantenga saludable. El uso del tabaco es un problema para mucha gente.
     Biología Humana. Nuestra genética y nuestra química pueden incluir anormalidades. Eso puede dificultar el lograr una plena salud física. Hay formas en las que nuestro cuerpo compensa las discapacidades. Aunque no se puede controlar nuestra genética, sí se puede controlar la forma en la que se trata las enfermedades.
     Medio ambiente. Nuestro medio ambiente incluye el tipo de aire que respiramos, el lugar en el que vivimos y nuestro entorno. Es posible que tengamos que cambiar nuestro entorno si éste es realmente malo para nuestra salud física.
     Servicios de atención médica. Estos son los servicios que se ofrecemos que  ayudan a prevenir, detectar o tratar las enfermedades.
     Por lo que es importante el deber de cuidar los aspectos físicos, igual de significativo es nuestro bienestar,  la salud mental y espiritual. Si se posee una salud psíquica adecuada, se podrá desarrollar el potencial pudiendo afrontar positivamente las situaciones estresantes que se presenten en la vida, como la pérdida de un ser querido. A su vez, podrá pasar y compartir su tiempo con su familia, amigos y la comunidad que le rodea.
     Valorarse y aceptarse a sí mismo es un aspecto clave para mantener su salud psicológica, lo que  permitirá disfrutar de la vida por completo. Sin embargo, si esto se convierte en una lucha, su habilidad de sentir, expresar y manejar sus emociones positivas y negativas -especialmente la ira- se verán afectadas. Por ejemplo, si tiene una enfermedad física crónica, ha perdido a un ser querido, se ha jubilado o le han despedido, es posible que se sienta bajo de ánimo y estresado. Estos sentimientos suelen pasar, pero en ocasiones desarrollan otros problemas más serios, como la depresión o la ansiedad.
     Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
•          Todas las principales causas de muerte tales como el cáncer, la enfermedad del corazón, el derrame (embolia), el cáncer de pulmón y las lesiones pueden prevenirse por el estilo de vida y las opciones que usted elige.
•          Fumar y usar productos derivados del tabaco son hábitos muy peligrosos. Fumar causa 440.000 muertes al año en los Estados Unidos de Norteamérica. Existen más enfermedades que se pueden prevenir (tales como el enfisema, el cáncer de la boca, garganta y de pulmón y la enfermedad del corazón) que son por causa del uso del tabaco más que por nada más. Mientras más pronto lo deje fumar mejor será.
•          Limite la cantidad de alcohol que usted bebe. Esto significa no tomar más de 2 bebidas alcohólicas al día en el hombre y más de 1 bebida alcohólica al día en la mujer. Una bebida alcohólica equivale a 1 lata de cerveza (12 onzas), a una copa de vino de 4 onzas o a una copita para medir licor de 1 onza.  Demasiado alcohol puede dañar el hígado y contribuir al desarrollo de cánceres tales como de la garganta y del hígado. El alcohol también contribuye a las muertes por causa de accidentes automovilísticos, asesinatos y suicidios.
•          Una dieta saludable tiene muchos beneficios de salud. La enfermedad del corazón, ciertos tipos de cánceres, el derrame, la diabetes y el daño a las arterias puede asociarse con lo que usted come. Al elegir opciones de comida más saludables usted también puede disminuir su colesterol y bajar de peso.
•          El estar demasiado pasado de peso aumenta su riesgo de tener la presión arterial alta, el colesterol elevado, diabetes, enfermedad del corazón, derrame, algunos cánceres, enfermedad de la vesícula biliar y artritis en las articulaciones que soportan peso como las de la columna, caderas o rodillas. El contenido alto de fibra, dieta con contenido bajo en grasa y el hacer ejercicio con regularidad le puede ayudar a bajar de peso y a mantener el nuevo peso.
•          El ejercicio puede ayudar a prevenir la enfermedad del corazón, la presión arterial alta, la diabetes, la osteoporosis y la depresión. También puede ayudar a prevenir el cáncer de colon, el derrame y las lesiones en la espalda. Si hace ejercicio regularmente se sentirá mejor y mantendrá su peso bajo control. Trate de hacer ejercicio durante 30 a 60 minutos 4 a seis veces por semana, pero recuerde que cualquier cantidad es mejor que nada.
•          Exponerse a los rayos del sol está asociado con el cáncer de la piel que es el tipo más común de cáncer en los Estados Unidos de Norteamérica. Es mejor limitar la exposición al sol y usar ropa y sombreros para protegerse del sol cuando está expuesto al sol. La crema protectora solar también es muy importante. Ésta protege su piel y le ayuda a prevenir el cáncer de la piel. Asegúrese de usar crema protectora solar durante todo el año sobre la piel que está expuesta tal como en la cara y en las manos. Use una crema protectora solar de amplio espectro con por lo menos un factor de protección solar, FPS (SPF en inglés) de 15 y una que bloquee tanto la luz ultravioleta A como la B.
•          Practique el sexo seguro, el sexo más seguro es aquel entre 2 personas que solamente están teniendo sexo entre sí y que no tienen ninguna infección que se transmite sexualmente (STI en inglés) o comparten agujas para inyectarse drogas.
    Use condones de látex y una crema espermicida (un producto que mata los espermatozoides) o un gel espermicida. Hable con su médico sobre hacerse pruebas para ITS cada año.
•          Si su nivel de colesterol es alto, manténgalo bajo comiendo bien y haciendo ejercicio. Usted también puede disminuir su nivel de colesterol limitando la cantidad de colesterol que usted come y dejando de fumar.
•          Controle la presión alta,  esta puede aumentar su riesgo de tener enfermedad del corazón, derrame y enfermedad del riñón. Para controlarla, baje de peso, haga ejercicio, coma menos sal, tome menos alcohol, no fume y tómese la medicina si su médico se la prescribe.
•          Manténgase al día con sus vacunas, los adultos necesitan una vacuna de refuerzo para el tétano y la difteria cada 10 años. Su médico también puede substituir un refuerzo Td por la DTaP que lo protege contra la tosferina. También debe ponerse una vacuna para la gripe (influenza) cada año. Pregúntele a su médico si necesita otras vacunas.
•          El cáncer de seno es la segunda causa más común de muerte en las mujeres. Entre los 50 y los 74 años, las mujeres deben realizarse una mamografía cada 2 años para detectar el cáncer de seno. Las mujeres que tienen factores de riesgo de cáncer de seno, como antecedentes familiares de cáncer de seno, podrían necesitar hacerse mamografías más a menudo o empezar a hacérselas antes.
•          El cáncer de cuello uterino en las mujeres puede detectarse realizando pruebas de Papanicolaou en forma regular. Debe realizarse su primera prueba de Papanicolaou en el término de 3 años de haber comenzado a tener relaciones sexuales. Debe realizarse una prueba de Papanicolaou, al menos, una vez cada 3 años, a menos que su médico sugiera que usted necesita hacerlo más a menudo.
•          Los adultos mayores de 50 años de edad deben preguntarle a su médico acerca de un chequeo para cáncer colorectal. Los hombres mayores de 50 años de edad deben hablar con su médico sobre los riesgos y beneficios de hacerse un examen para detectar el cáncer de la próstata.
•          Las pruebas para determinar la salud están reemplazando al examen físico anual. En vez de que a cada persona le hagan los mismos exámenes y pruebas, solo se le hacen los que son apropiados. Hable con su médico de familia acerca de sus factores de riesgo y sobre qué exámenes y pruebas son apropiados para usted.
•          Haga que los beneficios de salud esenciales y los servicios de atención preventiva trabajen para usted.
•          Los beneficios de salud esenciales son un grupo de categorías de servicio del cuidado de la salud que deben estar cubiertas por ciertos planes.
     Cómo mantener salud la mental, y emocional
     La mayoría de las personas comprenden la importancia de tener un cuerpo saludable. Sin embargo, muchas personas pasan por alto la salud mental. Tener buena salud mental puede hacer la vida más agradable.
    La salud mental o emocional se refiere al bienestar psicológico general.
    Comprende cómo te sientes contigo mismo, la calidad de tus relaciones y tu capacidad para manejar tus sentimientos y hacer frente a las dificultades.
    La salud mental suele entenderse como la situación de equilibrio que un individuo experimenta respecto a aquello que lo rodea. Cuando se consigue este estado, la persona puede participar de la vida social sin problemas, alcanzando su propio bienestar.
     De todas formas, puede decirse que la salud mental es un estado de bienestar psicológico y emocional que permite al sujeto emplear sus habilidades mentales, sociales y sentimentales para desempeñarse con éxito en las interacciones cotidianas.
     La salud emocional es el manejo responsable de los sentimientos, pensamientos y comportamientos; reconociéndolos, dándoles un nombre, aceptándolos, integrándolos y aprovechando la energía vital que generan para que estén al servicio de los valores.  Las personas emocionalmente sanas controlan sus sentimientos de manera asertiva y se sienten bien acerca de si mismo, tienen buenas relaciones personales y han aprendido maneras para hacerle frente al estrés y a los problemas de la vida cotidiana.
     En este sentido, los profesionales que son unos auténticos expertos en la materia suelen establecer con mucha frecuencia el hecho de que hay una serie de factores que indudablemente ayudarán a cualquier individuo a tener una buena salud mental.
      Entre ellos se encuentran el relajarse, el hallar siempre tiempo para cuidarse a uno mismo, contar con el respaldo y apoyo de amigos y familiares, y tener una vida saludable donde el ejercicio esté muy presente.
     El tener una buena salud mental  capacita para funcionar bien en la vida cotidiana, a la vez que se percibe el mundo de forma constructiva; esto hace que sientas confianza para enfrentar desafíos, aprovechar oportunidades y disfrutar la vida.
     Factor de Riesgo en Salud Emocional
     El riesgo viene a ser la probabilidad de que acontezca un hecho indeseado. Así, un factor de riesgo se entiende como una condición individual o colectiva, o un indicador, que están en el individuo o en su entorno y que puede aparecer o que generan las condiciones favorables asociados con la aparición de un problema en particular.
      Factores de riesgo emocional, son los elementos o las condiciones que aumentan la posibilidad de que surja un problema donde se activen los procesos emocionales que dan origen a reacciones negativas, el factor de riesgo, es descrito como la característica o cualidad de un sujeto o comunidad, que se sabe va unida a una mayor probabilidad de daño a la salud.
     Estos factores según Goleman (2005), se encuentran presentes en variados escenarios donde se desenvuelven los seres en relación como son: familiares, sociales, comunitarios, individuales y escolares. Por otra parte, puede mencionarse que un mismo factor puede a veces ser tanto de riesgo como de protección tal es el caso de la comunicación en el entorno familiar. Esta será según su estilo: asertiva, pasiva o agresiva y de acuerdo al caso, se presentarán las emociones de ira, cólera,
agresiones, rechazo por algunos miembros de la familia, situación que pone en riesgo personal y social a los involucrados. Mientras que por el contrario la comunicación donde se brinda amor, comprensión, deseos de compartir en familia, el riesgo se ve disminuido y existirá mejor salud emocional.
http://definicion.de/salud-mental/#ixzz4Gma6s292
     La buena salud mental no es sólo la ausencia de problemas de salud mental.
     Estar mentalmente o emocionalmente saludable es mucho más que estar libre de la depresión, ansiedad u otros problemas psicológicos. Más que la ausencia de la enfermedad mental, se refiere a la presencia de características positivas.
     La salud espiritual
     La espiritualidad es la manera en que encontramos significado, esperanza, alivio, paz interior en nuestra vida.
     Hay personas que la encuentran a través de la religión; otras la encuentran a través de la música, del arte o de una conexión con la naturaleza; otras, en sus valores y principios.
     Algunas investigaciones muestran cómo las creencias positivas, le alivia y la fuerza que da la religión, la meditación o el rezo pueden contribuir a mejorar la salud, a un mayor sentido de bienestar. Puede que la salud espiritual no cure una enfermedad, pero sí ayuda a sentirse mejor, a prevenir problemas y a afrontar la enfermedad y la muerte.
     ¿Cómo podemos mejorar nuestra salud espiritual?
      Cada uno es diferente, por tanto, lo que funciona para unos puede que no funcione para otros. Tal vez a ti te sirvan algunas de estas ideas.
     Identifica cosas en su tu vida que te den un sentido, que te aporten paz interior, alivio, fuerza, amor, conexión.
     Dedicar cada día un tiempo para hacer cosas que te ayuden espiritualmente: voluntariado, rezar, meditar, cantar, leer, caminar en la naturaleza, pasar un rato a solas, practicar yoga, jugar a algún deporte, asistir a algún servicio religioso…
     La persona, cuando llega al límite de sus fuerzas bien por las tensiones diarias, bien por otros motivos, cae en la enfermedad. Unas veces se trata de dolencias físicas y otras son de tipo psíquico.
       Cuando alguien sufre de una enfermedad crónica es fácil que pierda su espiritualidad. Hay momentos en los que puede tener la tentación de olvidar sus creencias. Sin embargo, es importante recordar que mantener una vida espiritual sana puede ayudarle a enfrentarse a cualquier problema de salud física que surja. Somos seres integrales. El equilibrio puede mantenernos saludables y ayudar a recuperarnos.
Importancia de la espiritualidad para mantener nuestra salud.
     En el Congreso Internacional de Psiquiatría “Alliances for MentalHealth” realizado en Caracas en 2003, Mezzich afirmó que la Espiritualidad ha venido tomando importancia en los últimos años debido a la noción de que la salud puede promoverse a través de las creencias religiosas y su práctica. Sin embargo, actualmente al médico no se le enseña a manejar la Espiritualidad del paciente, y en cuanto a aceptar sus efectos en el organismo se muestra desconfiado, principalmente por el desconocimiento de la amplia gama de estudios dirigidos a demostrar sus efectos y su mecanismo de acción (Monroe, Bynum, Susi et al., 2003).
     Es así como el concepto de salud expresado en función del bienestar bio-psico-social y espiritual, queda en la teoría, a falta de su aplicación en la práctica médica.
     Este tema adquiere relevancia cuando estamos ante enfermedades crónicas serias que requieren un cuidado a largo plazo, donde la relación médico-paciente pasa a ser indispensable.
     De ahí, la importancia de la utilización de técnicas dirigidas a activar la conexión mente, cuerpo y espíritu, como son: la relajación, la visualización, la meditación, yoga, Tai Chi o Qi Gong, o, incluso, escuchar música y hacer contacto con la naturaleza, como lo demuestran las investigaciones realizadas. Todas estas técnicas tienen en común el mejoramiento del autoconocimiento y el autocuidado del paciente. Promueven que el paciente perciba la enfermedad como una oportunidad para el crecimiento personal y a los profesionales de la salud como catalizadores de este proceso.
     Dichas técnicas presentan riesgos físicos y emocionales mínimos y son fáciles de aprender (Nacional Center for Complementary and Alternative Medicine, 2004)
    Espiritualidad y Salud

     Se ha determinado que la Espiritualidad está asociada con una mejor salud y calidad de vida, asimismo, con una menor propensión al suicidio, incluso en pacientes terminales (Mueller, Plevak y Rummans, 2001).
     Está reportado cómo puede tener un profundo efecto en los niveles de ansiedad y de depresión, y en la velocidad de recuperación (Irwin, Patterson, Smith et al., 1990). De esta manera, la Espiritualidad puede convertirse en una poderosa fuente de fortaleza promoviendo la calidad de vida y la adaptación a la enfermedad (Hebert y Jenckes, 2001)
     Un estudio longitudinal en adultos tardíos encontró que tanto la religiosidad como la Espiritualidad traen bienestar; la primera porque incentiva las relaciones personales positivas, el compromiso con la comunidad y la productividad; y la segunda porque motiva el crecimiento personal y la participación en tareas creativas o de autosuperación (Wink y Dillon, 2003).
     No obstante, se debe distinguir la Religiosidad de la Espiritualidad; en el primer caso se trata de personas involucradas en las creencias, valores y prácticas propuestas por una institución organizada, y la búsqueda de lo divino se logra a través de una manera de vivir; mientras que la Espiritualidad puede definirse como la búsqueda de lo sagrado o de lo divino a través de cualquier experiencia de la vida, de manera que el término Espiritualidad es más universal (Koenig, 2000).
     Una definición más amplia de Espiritualidad debería incluir sentimientos de estar conectado con uno mismo, con la comunidad y la naturaleza, y propósito en la vida (Mytko y Knight, 1999). Por otra parte, Thoresen (1998), dice que el término religioso se relaciona con la adhesión de una persona a creencias, valores y prácticas propuestas por una colectividad, la cual prescribe maneras de ver y vivir la vida.
     Debido a que todas las religiones intentan promover la Espiritualidad a través de sus principios, existe una gran confusión acerca del dominio de estas variables. Mytko y Knight (citados anteriormente), afirman que la Espiritualidad y la Religiosidad no son conceptos excluyentes y pueden solaparse o existir separadamente, debiéndose por ello categorizar e interpretar cuidadosamente.
     La Espiritualidad, es la manera cómo la gente entiende y vive su vida, en la búsqueda de su significado y valor, incluyendo un estado de paz y armonía.
   También ha sido relacionada con la necesidad de encontrar respuestas satisfactorias acerca de la vida, la enfermedad, y la muerte (Brady,Peterman, Fitchett et al., 1999).
El National Institute for Healthcare Research define Espiritualidad como la búsqueda de lo sagrado y lo divino, a través de cualquier experiencia de la vida o del camino (Larson, Swyers y McCullough, 1998).
     Según Ross (1995), la Espiritualidad se define con base a tres aspectos primordiales: significado y propósito, la voluntad de vivir, y la fe en uno, en los demás o en Dios. Por lo tanto, la Espiritualidad puede influenciar la recuperación a través de una profunda comprensión del propósito o significado de la vida o por un deseo intenso de vivir (Cotton, Levine, Fitzpatrick et al., 1999).
     Oración y su efecto en la salud

     Un aspecto a considerar, en relación a la Espiritualidad, es el efecto de la oración. Ésta ha sido objeto de numerosas investigaciones con la finalidad de establecer cómo ejerce su efecto sobre la salud. Las preguntas que se hacen los investigadores tienen que ver con su mecanismo de acción en la sanación: ¿tiene que ver con el efecto sobre las creencias religiosas del individuo?, o ¿actúa disminuyendo el estrés que complica la evolución de la enfermedad?, o ¿tiene que ver con un nexo entre el hombre y el todopoderoso como muestran algunos estudios neurológicos recientes?
     Benson (2000), quien dirige el Instituto Mind-Body en la Universidad de Harvard, ha venido estudiando desde hace 30 años el poder de la oración y se ha focalizado específicamente en el efecto que tiene sobre el cuerpo la meditación, forma budista de rezar. Reporta, que todas las formas de oración producen una respuesta de relajación que combate el estrés, calma el cuerpo y promueve la sanación.
     Benson (ya citado), ha documentado en MRI Scan (magnetic resonante imaging) del cerebro, cómo se producen cambios físicos en el cuerpo cuando alguien medita.
    En la medida que se va profundizando la relajación, comienza una intensa actividad en los lóbulos temporal y parietal, que son los encargados de controlar la orientación espacial y establecer distinciones entre el sí mismo y el mundo.
     Se produce una quietud que envuelve todo el cerebro. Al mismo tiempo, los lóbulos frontal y temporal se liberan y la conexión mente cuerpo, se disuelve. El sistema límbico, responsable de nuestras emociones, también se activa. Todo esto da como resultado que el cuerpo se va relajando y la actividad fisiológica se hace más controlada.
     Plantea dicho autor, entonces, ¿esto significa que nos estamos comunicando con un ser supremo? Y responde, “Si usted es religioso, es producida por Dios, si no es religioso, entonces proviene del cerebro”.
     En cuanto a su efecto sobre los neurotransmisores, se encontró cómo la liberación endógena de dopamina en el cuerpo estriado ventral aumentaba durante la meditación Yoga Nidra, fenómeno que se asoció al menor deseo de moverse y a la sensación de bienestar que caracterizan esta técnica. Al estar en un estado de meditación consciente, se suprime la transmisión corticoestriada glutamatérgica (Kjaer, Bertelsen, Piccini et al., 2002: 255-259).
     En Rusia estudiaron la actividad electroencefalográfica de meditadores expertos, demostrándose una serie de cambios que están ausentes en meditadores novatos: alta coherencia en el lóbulo frontal izquierdo con otras varias áreas cerebrales; hubo
correlación positiva entre la actividad frontal theta (ondas eléctricas cerebrales de baja frecuencia producidas también durante el sueño inicial) y los sentimientos de bendición, y una correlación negativa entre la aparición de pensamientos y la actividad frontal theta. Esto confirma que tanto la reducción de pensamientos como el experimentar sentimientos de bendición están relacionados con actividad frontal theta (Aftanas y Golocheikine, 2001).
     Los efectos beneficiosos que tiene la oración para la salud quedaron demostrados en una investigación que duró 10 meses (Byrd, 1988) y fue hecha en el hospital general de San Francisco, donde se obtuvo una mejoría mayor en un grupo de pacientes que recibía oración exterior además del tratamiento convencional en relación a un grupo control que sólo recibía tratamiento convencional.
     El grupo de personas que no sabía que estaban orando por ellos, presentó menos fallas congestivas, menos paros cardíacos y una mortalidad significativamente menor que el grupo control. Este estudio nos lleva entonces a pensar que hay otros factores, además de la fe, que intervienen en la sanación del paciente.
     Los mismos resultados se obtuvieron en otro estudio más reciente (Harris, Gowda, Kolb 1999).
     En un ensayo clínico doble ciego aleatorio se estudió la influencia de la oración en el éxito de la fertilización in vitro. El grupo que tuvo oraciones por parte de terceros, mostró mayor cantidad de embarazos en comparación con las que no recibieron oraciones (Cha y Wirth, 2001).
Koenig (ya citado), en la universidad de Duke, hizo una revisión de 1200 estudios hechos acerca del poder de la oración sobre la salud y reportó que las personas religiosas tienden a hacer una vida más saludable: fuman menos y tienen un menor consumo de alcohol, lo que favorece que se enfermen menos.
Entre algunas conclusiones de importancia en estos estudios:
·         Las personas hospitalizadas que nunca han asistido a los servicios religiosos permanecen tres veces más tiempo que aquellos que asisten regularmente.
·         Los pacientes cardiovasculares morían 14 veces más frecuentemente después de la cirugía, si no participaban en alguna religión.
·         Las personas mayores que nunca han asistido a la iglesia tienen un promedio de arritmias, el doble que las personas que atienden a un servicio religioso.
·         En Israel, las personas religiosas tenían un promedio del 40% menos de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer
     Numerosos son los estudios que sugieren la relación entre salud y la Espiritualidad y cómo a través de ésta se favorecen los mecanismos de afrontamiento a la enfermedad (Carver, Pozo, Harris et al; Ginsburg M., Ginsburg A., Quirt. 1995; Roberts, Brown, Elkins 1997; Acklin,
     Brown y Mauger, (1983), Jenkins y Pargament, (1995). Los investigadores concluyen que altos niveles de creencias acerca del control por Dios, estaban relacionados a altos niveles de autoestima por lo que se piensa que las prácticas y las creencias religiosas capacitan a la persona a tener esperanzas.
     Espiritualidad y Función Inmune
     Son pocas las investigaciones en las que se relacionan las creencias religiosas y la función inmune, sin embargo, existen evidencias de que las prácticas religiosas (oración, meditación, la fe) pueden estar asociadas a niveles inferiores de cortisol plasmático, así como a una función inmune estable (Koenig, 2000: 288).
     En 106 sujetos VIH positivos se reportó que aquellos que sobrellevaban su enfermedad religiosamente (poner su fe en Dios, buscar confort en la religión) tenían menores puntajes en la Escala de Depresión de Beck. A su vez, aquellos que tenían un comportamiento religioso (oración, leer literatura religiosa, ir a centros religiosos) tuvieron mayor conteo de linfocitos CD4+ (Woods, Antoni, Ironson et al., 1999).
     En un estudio se sometieron 25 sujetos a un período de entrenamiento en meditación que duró 8 semanas. Cuatro meses después, aún se observaba un incremento de la actividad electroencefalográfica en el lóbulo frontal del lado izquierdo, zona anteriormente relacionada con ciertas formas de emoción positiva y
cuya activación se asocia a una mejor función inmune de las células NK (Davidson, Rabat-Zinn, Schumacher et al., 2003: 564-570).
Mc Clelland (1998), enfocó la experiencia religiosa más que la vinculación religiosa (asistencia a servicios religiosos).
     La inmunoglobulina A en saliva era significativamente mayor en estudiantes que habían visto un film sobre la Madre Teresa de Calcuta, que en otro grupo que había visto un film sobre la segunda Guerra Mundial, donde se mostraba la persecución de los judíos por Italia y Alemania.
     Se ha estudiado la influencia que tenía la vinculación religiosa sobre las Interleukinas 6, encontrándose que quienes asistían con frecuencia a los centros religiosos tenían niveles inferiores de Il-6 comparados con los que no asistían (niveles bajos indicaban una función inmune estable) (Koenig, Cohen, George et al., 1997: 233-250).  
     Se hizo una revisión bibliográfica acerca del papel que tiene la Espiritualidad sobre la salud, y se evidenció experimentalmente cómo la Espiritualidad puede convertirse en una poderosa fuente de fortaleza, ya que capacita al individuo a hacer cambios positivos en su estilo de vida y a tomar conciencia de cómo las creencias, actitudes y comportamientos pueden afectar positiva o negativamente su salud.
     Se concluye que las prácticas religiosas pueden ayudar a las personas a sobrellevar el estrés del día a día, y especialmente, a aquellas sometidas al estrés agudo.
     La Religiosidad y la Espiritualidad, como estrategias de afrontamiento, parecen estar asociadas a una mejor salud mental y a una rápida adaptación al estrés, particularmente, al estrés prolongado. 

Biografía