martes, 23 de febrero de 2016

Beneficios de la espiritualidad en niños



     


     Es necesario estar claro en relación a la espiritualidad, la cual no está relacionada con religión, ni con un tipo de persona en especial, o alguna etapa de la vida. Sin embargo es muy importante saber de qué se trata el tema y los beneficios que aporta a las personas que se relacionan con la misma, en este caso los niños y adolescentes.
      Realmente se trata de un tema de gran relevancia en el proceso de formación del niño y adolescente, el cual  trasciende la creencia o tendencia religiosa de la propia  familia;  es necesario estar claro que la espiritualidad no es un asunto que compete a la escuela solamente y, lo que es aún mucho más importante,  al que acudir a esa esencia espiritual connatural de tu hijo te permitirá encontrar caminos insospechados de entendimiento y crecimiento para ambos.
     Espiritualidad es  la capacidad del ser humano de abandonar su ego y de conectarse genuinamente con la divinidad con su espíritu; puede decirse que cuando te conectas con tu espíritu, estas Inspirado. Así inspirarse es conectarse con la esencia divina presente en lo más profundo del ser; es conectarte  con tu alma. Y quien se conecta con el alma permanece en espíritu: inspirado. A  través de la espiritualidad inculcamos a los hijos lo que sería su marco de ética y conducta personal durante  toda su vida.
     Bien señalo PATANJALI: “Cuando estas inspirado… Las fuerzas, las facultades y los talentos latentes cobran vida, y tu descubres ser una persona mucho más grande de que nunca antes habías soñado”.
     El término “espiritualidad” no está ligado al término “religión”. Espiritualidad significa “honrar nuestra conexión con nuestra creación y nuestro creador,” dice Patricia McWhorter, PhD, autora del libro nominado al Premio Pulitzer, Cry of Our Native Soul: Our Instinct for Creation-Centered Spirituality. Puede Usted tener un credo religioso o no tener ninguno, pero siempre tendrá momentos de inspiración y conexión divinos. Lo mismo le ocurre a su hijo, pero incluso con más frecuencia que a Usted.
La espiritualidad es una dimensión profunda de la realidad y está asociada con un sistema interno de creencias que le da sentido a la existencia de las personas. Tiene que ver con la manera en que vivimos la vida, los valores que gobiernan nuestras acciones y que tanto respetamos y estamos en conexión con ellos. Es bien importante fomentar y estimular en los niños, una base espiritual, necesaria en mundo permeado por la inmediatez, el materialismo y el consumo.




La espiritualidad como componente protector del niño



     
    El ser humano es espiritual, se ha demostrado a través de las épocas, culturas, que se repiten los patrones de espiritualidad.
     La necesidad de creer en algo superior  que de sentido, de sentirse parte integral de un todo, de sentirse amado incondicionalmente, de saber que con esfuerzo y persistencia se alcanzará un mejor estado, aunque sea en otra dimensión. Igualmente actuar de manera correcta a través de la bondad, honradez, ser solidario con el otro,  practicar la piedad, es lo correcto y da sus frutos, aunque no se vean de forma inmediata.
Los niños nacen bañados en confianza ante el mundo, viven el amor incondicional, primario e irracional. Esto es así por naturaleza, por instinto y por evolución, por lo que lo padres y maestros deben ayudarles a preservar esta experiencia, mientras se desarrolla su mente racional, hacerla parte de su vida mientras  se desarrolla su mente racional, la cual los separara de dicha vivencia. Los rituales, oraciones, meditaciones, deben servir de recordatorios y de facilitadores de experiencias.
     De acuerdo con algunos expertos, una formación que lo acerque a su esencia espiritual, puede ayudar a que el  niño  forje su vida a su manera. Tener una base espiritual puede ayudar a los niños a sobrellevar crisis, resistir a la presión de los coetáneos y evitar influencias negativas tales como drogas y alcohol, dice Lisa Miller, PhD, profesora de psicoterapia y espiritualidad en Teachers College, Columbia University. De acuerdo con la Dra. Miller, estudios han demostrado que una relación con el Divino, aunque usted define el término, es “el elemento más protector de los niños.”
La vida espiritual  actúa como un elemento protector que estimula la formación de valores como la esperanza, la fortaleza y la voluntad.  Le permite a los niños manejar mejor las dificultades resistir a la presión de grupo, y evitar influencias que le hagan daño a él o a otros. En este sentido refuerza las normas sociales positivas y la armonía en la relación con los demás. Es un gran apoyo en las crisis y constituye una forma de interpretar  y aceptar constructivamente los eventos que no comprendemos. También es una forma de tener paz y tranquilidad.


Cómo fomentar espiritualidad a los hijos.




     Es importante estar claros del cómo y porqué transmitir espiritualidad a nuestros hijos y alumnos, ya que diferentes estudios en el espacio psicológico han demostrado, los aportes de los  aspectos espirituales en la buena estabilidad emocional tanto de niños como de adultos.
     Se está hablando incluso de algún tipo de inteligencia espiritual que aportaría coherencia y sentido a la vida, con lo que daría  fuerza interior a la persona para hacer frente a los momentos difíciles y ser más feliz.
     La manera de transmitir a nuestros niños y jóvenes la espiritualidad, recomiendo la siguiente manera, aunque igual existen muchas que igual serían beneficiosas, sencillamente usted será quien las seleccionará, tome en cuente los siguientes consejos:
1.   Es necesario que las personas cercanas al niño (madres, padres, abuelos, docentes.), estén claros en lo que a su propia espiritualidad se refiere, nadie puede dar  lo que no tiene, por ello debemos revisarnos que hay dentro de no nosotros, buscar información y formación si la necesitas, recuerda no es necesario practicar ninguna religión en especial, pero si  asistes a alguna iglesia también ayuda, es importante ser crítico y no permitir que otros hagan de ti según sus creencias, o caer en fanatismos innecesarios, busca buena información, pide ayuda a Dios, pide que te guie, así podrás orientar a tu hijo.

2.   Conversa con tu hijo, los niños tienen y muestran mucho interés en estos temas. Eso sí, sé claro con lo que hables, no inventes cosas, que más tarde, pueden confundir al niño, o perder credibilidad hacia  ti.

3.   Comienza a orar, rezar, o meditar junto con él o ella, hazlo de una manera seria, respetuosa y enseñare que son momentos para estar con esa presencia suprema, DIOS. Igualmente enséñale a agradecer, por las cosas que recibe, la vida, la salud, como la comida, muchas veces es bueno realizar con los niños visitas a los orfanatos, ancianatos, y si se puede visitar a los enfermos, eso ayuda a valorar la vida, lo que tenemos.

4.    Aprovecha para ver en la naturaleza la creación de Dios, la cual se debe amar y respetar.

5.   Educa a tu hijo, que se debe realizar con frecuencia los encuentros espirituales íntimos entre Dios y uno  mismo, que el momento puede ser cuando él lo desee.

6.    Hablarle de los valores que se involucran en la espiritualidad, la fe, el perdón, humildad, solidaridad, tolerancia, entre otros.

7.   Desde aquí quiero aprovechar la oportunidad para compartir la oración de la paz de San Francisco de Asís:



 


Señor, hazme un instrumento de tu paz;
Donde haya odio, ponga amor;
Donde hay ofensa, perdón;

Donde hay duda, fe;
Donde hay desesperanza, esperanza;
Donde hay tinieblas, luz;
Donde hay tristeza, alegría.


Oh Divino Maestro,
Que no busque yo tanto.
Ser consolado como consolar.
Ser comprendido como comprender.
Ser amado como amar.
Porque dando se recibe.
Perdonando se es perdonado.
Y muriendo a si mismo
Se nace a la vida eterna.

      Es importante aclarar, que el contenido de esta oración es universal, cualquier persona con una sana actitud ante la vida puede aplicar estos principios en cualquier momento, no es necesario pertenecer a una religión específica para manifestarlo cuando sea necesario hacerlo.  







FUENTES DE INFORMACIÓN


Monserrat Laia (2014). Espiritualidad Natural. La educación espiritual de los niños. Editorial Kairos. Barcelona España.

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