miércoles, 11 de mayo de 2016

AFECTIVIDAD, VINCULOS FAMILIARES Y CARENCIAS AFECTIVAS

AFECTIVIDAD, VINCULOS FAMILIARES Y CARENCIAS AFECTIVAS

Afectividad en la familia

     
    La familia es un grupo de personas formado por individuos que se unen, primordialmente, por relaciones de filiación o de pareja. El Diccionario de la Lengua Española la define, entre otras cosas, como un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas, lo que lleva implícito los conceptos de parentesco y convivencia, aunque existan otros modos, como la adopción. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
      La familia es de suma importancia para ser humano, ya que los valores aprendidos en la infancia forman parte de la persona que eres hoy. Es importante forjar vínculos familiares sólidos, es de suma importancia cuidar que los vínculos familiares no se rompan y se comprenda la importancia de la familia.
     La importancia de la familia lo es todo para los niños durante su crecimiento, las experiencias que ésta les ofrezca, formarán su personalidad y carácter. Es por eso que como miembro de familia ten presente que tienen la responsabilidad de criar a un nuevo miembro de la sociedad, siguiendo los ejemplos de valores y normas que aprende en su familia.
     Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio, que, en algunas sociedades, solo permite la unión entre dos personas mientras que en otras es posible la poligamia, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.
     Si entre padres e hijos existe un buen vínculo afectivo, que exprese cuidado y respeto, lo más probable es que esos hijos desarrollen un buen autoconcepto y autoestima, se reconozcan y se sientan personas dignas de ser amadas, importantes y valiosas, repercutiendo sobre su desarrollo y sus aprendizajes.
      Durante la niñez y juventud es fundamental sentirnos queridos, valorados, protegidos y aceptados por aquellas personas que nos son importantes y significativas, en especial, por parte de nuestros padres, nuestros familiares y por supuesto también nuestros profesores. Tener un buen vínculo afectivo con nuestros padres, el sentirnos amados  cuando niños/as, permite que desarrollemos una buena base afectiva, un autoconcepto (idea que tenemos de nosotros mismos) y una autoestima (valoración que tenemos hacia nosotros mismos) positiva.
     Por eso, uno de los aspectos fundamentales y de mayor influencia en el desarrollo del niño/a es la calidez y afecto al interior de la relación padres/hijos,

VINCULOS


     Los vínculos son relaciones, o uniones no materiales especiales que se establecen entre dos personas, por ejemplo en el matrimonio, la familia, las amistades.
     La palabra vínculo proviene del latín vincülum, de vincire, atar. “Unión o atadura de una persona o cosa con otra”. Entendiendo así, la manera en que se unen los miembros que integran a una familia. Cabe mencionar que existen tantas formas de vincularse como familias existen. Vincular es la acción que implica atar o fundir una cosa con otra.
     Los vínculos afectivos son aquellos "lazos sentimentales" que se establecen con una persona, animal o cosa, los mismos se manifiestan por medio de abrazos, hablando o halagando a la persona querida. Estos se manifiestan en la familia o en relaciones sentimentales.
     Los vínculos familiares 

se inician y desarrollan a lo largo de la vida y del ciclo vital, son dinámicos y se reestructuran en una forma continua; cada uno de estos vínculos es de un estilo particular en el momento que tenemos a la familia frente a nosotros, pero esto no quiere decir que “siempre” se han relacionado de la misma forma a lo largo de su ciclo vital, el estilo de vincularse entre la familia va a depender de múltiples factores, entre los que se encuentran: las fronteras bien delimitadas entre la familia nuclear y la de origen, entre los subsistemas conyugal, de padres e hijos ; que se haya establecido una identidad familiar ; las circunstancias socio-políticas y económicas de la población donde radican, la situación laboral de los padres de familia, esto es, el contexto socio-cultural ; las formas de enfrentar las crisis a lo largo de su ciclo vital, entendiendo por crisis todo aquello que ha llevado a la familia a tener cambios desde la estructura interna (roles, reglas, entre otros); la adaptación a cada una de las etapas de desarrollo de la familia (conformación de la pareja, hijos pequeños, adolescentes, el nido vacío, vejez de los padres) hasta cambios en las circunstancias dentro de la familia (muerte repentina, enfermedad crónica en algún miembro, cambios de residencia, etc.). El significado familiar a cada uno de los eventos precipitantes de una (s) crisis por la que está o ha pasado previamente. La conformación delas reglas familiares si son rígidas o flexibles. El estilo de comunicación tanto verbal como.

AFECTIVIDAD EN LA FAMILIA

    
     La dura realidad que afecta a la familia actual es que el tiempo no alcanza, debido a compromisos, como el trabajo, la escuela y demás actividades que no permiten el convivir, el compartir desde lo afectivo. Es sumamente importante reconocer que desde el hogar, en familia comencemos a construir y dar afectos a nuestras familias, hijos, parejas, nos ayudará a desarrollar la capacidad de amar, el amor se transmite desde el hogar.
     La capacidad de amar es resultado del desarrollo afectivo que ha tenido el ser humano durante sus primeros años de su vida, mediante un proceso continuo y secuencial que pasa por la infancia, adolescencia y se posterga hasta la madurez y vejez.  El amor en la familia no es algo que se tenga que dar porque si, este sentimiento tiene dos cometidos fundamentales:

·         Es en el seno familiar donde se deben cultivar los valores del ser humano, enseñarlo a pensar, a profundizar, a reflexionar, hacerle ver y sentir que el respeto es el guardián del amor, así como la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, etc. Es ahí en la familia, donde nos invitan a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a la sociedad preparados e íntegros. El amor de la familia por tanto debe también trasmitirse a la sociedad.
·         El amor refuerza a cada uno de sus miembros, especialmente a los hijos, a que amplíen todas sus potencialidades para que logren alcanzar lo más cerca posible sus objetivos en la vida: La psicología afirma que el afecto estimula el aprendizaje y desarrolla la inteligencia gracias a la sensación de seguridad y confianza que otorga y que se desarrolla lentamente a través de la infancia, la niñez y la adolescencia.

Para amar a nuestra familia es necesario atender varios puntos:


·         Es necesario aprender primero a amarse uno mismo, es el punto de partida para dar amor a los demás. Esto forma parte de un ciclo, ya que si los padres nos amaron y enseñaron a amar, te será más fácil después extenderlo a tu futura familia. Pero sin  en el hogar hubo un ambiente de despego y egoísmo, de rigidez, anarquía, pereza, de ostentación, etc. será un poco más complicado pero no imposible que puedas abrirte al amor, ya que el crecimiento y la vivencias que vayas adquiriendo a lo largo de toda tu vida, te puede ayudar a tener una visión diferente sobre este sentimiento y su forma de expresarlo.
·         El amor conyugal es un modelo de amor para los hijos que les hace creer y crecer. El amor mutuo de los esposos, se pone como modelo y norma de cómo deben ser las relaciones entre hermanos y hermanas y entre las diversas generaciones que conviven en la familia. Recuerde que se educa con el ejemplo.
·         Ayuda a la familia a desarrollar sus potencialidades: El que ama y sólo el que ama, conoce bien a la persona amada, pero no solo en su apariencia sino también en su interior, conoce "su posible", "aquello que puede" y "debe" llegar a ser y más aún, le ayuda a lograrlo, a que desarrolle todas las potencialidades que tiene y que muchas veces ignora.
·         Incrementa la confianza  de tu familia a través del amor: La persona que está en el continuo proceso de formación, es un ser con cierta dosis de inseguridad. Sin embargo el que se sienta amado le da una fuerza que incrementa su seguridad. Por lo tanto hay que tenerles confianza a las personas queridas ya que no sólo es de gran ayuda, sino en muchas ocasiones "vital".
·         Impulsa confianza en tu pareja e hijos, ayudándoles a que descubran y desarrollen sus cualidades, limitaciones y defectos; animándoles y aplaudiendo sus logros por muy pequeños que sean, ayudándoles a que descubran a dónde pueden llevarles sus inclinaciones si no las dominan y sobre todo, haciéndoles sentir  afecto. Para esto necesitas no sólo paciencia, sino también tiempo.
·         Enseña a tu familia a luchar, el exigir es un ingrediente esencial del amor. Amar a los hijos no significa evadir todo sufrimiento, amar es buscar el bien para el ser amado en última instancia y no la complacencia momentánea. Es posible que algunas veces por amor a tu hijo le estés generando una frustración pasajera, pero que en realidad lo estará preparando para un futuro más grande. Por lo tanto el amor necesita disciplina.

CARENCIAS AFECTIVAS EN EL INDIVIDUO

    
    La carencia afectiva o las alteraciones por carencia relacional se refieren a aquellas situaciones en que la maduración de la personalidad del niño se interfiere por la falta grave de estimulación afectiva. En el ser humano no existe la posibilidad de una maduración correcta sin el calor afectivo del amor. Aunque, en cualquier circunstancia, cualquier persona puede sentir no haber amado lo suficiente o no haber sido amado de forma adecuada, la ausencia grave de estimulación afectiva durante la infancia por parte de los adultos, que juegan un rol relacional afectivo importante, provoca la aparición de trastornos, no tan solo de la maduración, sino también síntomas clínicos que se expresan en trastornos somáticos, afectivos y conductuales.
     La falta de afecto maternal se caracteriza por producir en el niño un estado psicológico de avidez afectiva y miedo de pérdida o de ser abandonado, tanto si ha padecido en la realidad una privación afectiva de la madre o como si lo ha sentido como tal. Es tal la necesidad de recibir una señal de afecto que permanece en un cierto estado de búsqueda afectiva, de necesidad de saturación, que se manifiesta por una actitud de reasegurarse de la existencia permanente del afecto del otro y así sentirse seguro.
      La carencia afectiva es un mal que afecta a todas las edades, culturas y clases sociales. La evolución de las personas que manifiestan este síndrome depende en gran medida de la situación social en la que se desarrollen, pudiendo establecer unos patrones que definan el comportamiento de estas personas desde su infancia a la edad adulta.

BIBIOGRAFÍA
Roche, Roberto (2006). Psicología de la pareja y de la familia: análisis y optimización. Barcelona: Universitat Autònoma de Barcelona.
Real Academia Española (2001). «Familia». www.rae.es. Diccionario de la Lengua Española.
 Asamblea General de las Naciones Unidas. 1948. «La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.»
http://www.familianova-schola.com/files/carencia_afectiva.pdf
      Romagnoli Claudia y Morales Francisca (1996) en base al material educativo “Reuniones de Apoderados: Tarea de Padres y Profesores”, Santiago, Dolmen, 1996.
http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol13_6_09/san16609.html
http://mundoafectivo.blogspot.com/p/la-afectividad-en-la-familia.html


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