viernes, 18 de diciembre de 2015

Sexualidad en el adulto mayor

La sexualidad en el adulto mayor


    

    El término sexualidad significa muchas cosas para distintas personas y en diferentes etapas del ciclo vital considerando además la educación y experiencias que se tengan al respecto.
     La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el placer sexual como un derecho humano básico. Según la OMS “La salud sexual es la integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor”
     Se define como Salud Sexual Geriátrica “la expresión psicológica de emociones y compromisos que requiere la mayor cantidad y calidad de comunicación entre compañeros en una relación de confianza, amor, compartir y placer, con o sin coito” (Maslow).
     La sexualidad de los adultos mayores es objeto de variados prejuicios, se piensa que los adultos mayores pierden todo el interés sexual cuando envejecen o que ellos son pervertidos si continúan teniendo relaciones sexuales. La realidad es que el potencial sexual puede permanecer hasta la muerte aun cuando sea alterado por los cambios propios del envejecimiento.
     La actividad sexual cumple muchas más funciones que las fisiológicas, en el adulto mayor, donde el envejecimiento, se refleja justamente en lo físico, el significado de la sexualidad se amplía aún más adquiriendo características diferentes que en otras etapas de la vida. Pero aun siendo menos agresiva y más matizada, la sexualidad mantiene inalterada su potencial de comunicación entre las personas.
     En el AM surge un nuevo lenguaje sexual en el cual se revela el amor, el afecto, la relación interpersonal, mucho más que el significado preferentemente sexual-genital tan restringido de la “juventud”.
     “La sexualidad-afectiva no solo se concreta con el acto coital, sino que abarca todos los sentidos, la dedicación y la entrega, y el conjunto de sensaciones , experiencias y estados de ánimo que los seres humanos somos capaces de transmitir a través de lo sensorial y la afectividad. Si bien la fisiología sexual sufre cambios con el envejecimiento, el mundo de los sentimientos no sufre ningún proceso de deterioro y el deseo de vivir conscientemente la sexualidad persiste en un gran número de AM”.
     La vida afectiva y la expresión sexual persisten a lo largo de la vida. Las transformaciones físicas y fisiológicas afectan tanto a hombres como a mujeres: disminuye el tono muscular en todo el cuerpo, se atenúa el vigor y se reduce la elasticidad de los tejidos. El descenso de los niveles hormonales determina cambios en los tejidos de los genitales y la rigidez de los vasos sanguíneos afecta la irrigación de la zona genital.
     Los AM de hoy pertenecen a una generación donde no existía la educación sexual. No existía una instancia formal, o información seria al respecto. La vida sexual pertenecía al ámbito de lo privado y consistía habitualmente en la satisfacción por parte del hombre y la disponibilidad por parte de la mujer”
     La desinformación respecto de la sexualidad en esta etapa, la ansiedad que la adaptación a estos cambios genera y la dinámica y los conflictos de pareja pueden constituirse en factores de disfuncionalidad en el ámbito sexual.
     ”En nuestra sociedad existe una actitud negativa hacia la expresión sexual de los ancianos, no parece apropiada en los mayores de 70 años y para que señalar la masturbación. Estas actitudes afectan la forma en que los AM son tratados y cuando éstas se internalizan por los ancianos pueden convertirse en una razón muy importante que explicaría el por qué muchos AM son sexualmente inactivos (Cayo y Flores 2003)”.
      María Inés Parga, coordinadora del Área Adulto Mayor, cuenta que los AM que ha conocido son seres tan sexuales como cualquiera. De hecho, ha sabido de muchas parejas que se conocen en los diferentes centros que esta institución mantiene y que en algunos casos, han pedido tener habitaciones matrimoniales y se les ha habilitado. “Ellos, los adultos mayores tienen la misma capacidad de establecer cualquier vínculo, incluido los amorosos de pareja como en otras edades y cuando tienen oportunidades de practicar formas de vinculación como coquetear, “andar”, pololear o emparejarse, para ellos es muy satisfactorio”.
     En esta etapa, sin duda, la sexualidad en la pareja está cruzada por los sentimientos de compañerismo, reciprocidad y amor. Se ama de manera más auténtica, comprometida y profunda, y se es menos impulsiva, más tolerante y comprensivo. Los AM están más disponibles para la intimidad a través de la comunicación más profunda, de cuidar del otro y de ponerse en sintonía con él.
      Los profesionales de la salud tienen que establecer nuevas pautas para la prevención y promoción de salud en la población geriátrica.  Algunos de los aspectos en los que se tiene que profundizar es el de la sexualidad y la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en esta población. 
La sexualidad humana incluye no solo el aspecto físico de la relación, sino que hay otros aspectos que son de suma importancia en la vida íntima de una persona.  Entre estos aspectos están las creencias, actitudes y valores del individuo y de la sociedad en la que vivimos.  Muchas veces las personas de edad avanzada tienen muchas barreras para una sexualidad saludable.  Algunas de estas son:
§  Las creencias de la sociedad donde se estereotipa al hombre mayor como “viejo verde” y la mujer mayor como “indecente” si tienen algún interés sexual.
§  Los problemas médicos (diabetes, enfermedad cardiovascular, osteoartritis, hipotiroidismo y problemas de próstata).
§  El uso de múltiples medicamentos que pueden causar problemas sexuales. 
§  Ir a vivir a un “nursing home”.
     Los resultados demuestran que en general los adultos mayores están sexualmente activos.  Sin embargo el hombre está activo sexualmente en mayor cantidad que la mujer en esas edades.  Muchas de las mujeres reportaron estar viudas y no tener una relación estable, en gran parte por la mortalidad más temprana, en promedio, del hombre.  Se asocian los problemas de salud con la ausencia de actividad sexual ya que los que describieron su salud como pobre son los que menos activos sexualmente se encontraban, y si lo estaban, reportaron más problemas sexuales.   Entre las condiciones más comunes en ese grupo de edad que pueden afectar la actividad sexual se encuentran la diabetes, enfermedad cardiovascular, osteoartritis, hipotiroidismo y problemas de próstata.
     En general, los hombres de más de 65 años utilizan menos el condón que los más jóvenes ya que sus parejas, en su mayoría, no están en etapa reproductiva.  Las mujeres por su parte no piensan que están a riesgo de tener una ETS por que ya están en la menopausia y normalmente asocian con el riego de ETS a embarazos.  Es muy importante la prevención de estas enfermedades ya que  aproximadamente el 15 porciento de los casos nuevos diagnosticados con el virus de HIV es en el grupo de edad de 50 años o más. 
     En resumen, los adultos mayores en su gran mayoría están activos sexualmente y esto a su vez esta ligado a tener una buena salud.  Es importante que el profesional de la salud profundize en el historial sexual del paciente mayor ya que este tema no suele  surgir espontáneamente de ellos en una entrevista.  Si conocemos sobre su sexualidad podemos hacer unas intervenciones de prevención y promoción de salud adecuadas.
      Se puede afirmar que un hombre o una mujer sanos física y psíquicamente entre 50 y 70 años o, incluso, a edades más avanzadas, pueden mantener un determinado nivel de actividad sexual (5). Esta es una posibilidad más que comprobada si son personas libres de estereotipos, prejuicios y tabúes.
     La prevención o el tratamiento de los factores negativos anteriormente expuestos contribuyen a preservar esta función, pero sobre todo, resulta fundamental que exista una adecuada educación y comprensión de los cambios fisiológicos del sexo en la edad del adulto mayor y se reconozca que esto no es exclusivo de los jóvenes.




FUENTES DE INFORMACIÓN

Lindau, S.T., et al. A national study of sexuality and health among older adults in the U.S.New England Journal of Medicine 2007, 357 (8): 762-774

Messinger-Rapport, B.J., et al. Sex and Sexuality: Is It Over after 60? Clinical Geriatrics2003, 11 (10): 45-53


Calvet, H.M., Bolan, G. STDs in Older Adults: The Need for Increased Awareness. Clinical Geriatrics 2000, 8 (2)

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